Prosa que narra mi último intento, escrito que recuerda el adiós definitivo que liberó a mi corazón del dolor y el eterno delirio. El sabor de la alegría salada y el alma liberada de tanto rencor, recuerdos y clamor. ¡A todos los que saborearon una victoria en medio de la agonía total!
꧁Libertad꧂
Contemplo mi
libertad y aún hay cierto dolor, es tan infinito lo que ahora poseo que me pregunto
¿a dónde iré primero? Lloré hasta el cansancio con el último adiós, pero mi
alma se liberó por fin de todo el amor que un día llevó, mi alma podía dejar de
lamentarse, esconderse o reprimirse, por fin poseía la libertad de tu mirada
lejos de mi vida.
Había sentido
cierta alegría al saber que te dolía, nunca podré entender cómo pude satisfacerme
con el ápice de dolor que mostraba tu voz y las gotas saladas que desfilaban en
tus mejillas, me hacían sentir que por una vez la victoria había sido mía. Ya
no quedarán más arrepentimientos, ya no tendrás que reprocharte por tus
acciones, porque finalmente te dejaré liberarte de mis prisiones, ya no tendré
que reprocharme y negarme a sentir amor, aún cuando el amor sea esquivo a mi
vida, ya no tendré que guardarte toda la vida mía, ya no tengo promesas, ni deudas,
ni penas, ya no seré el espíritu enfurecido que se ha condenado a fundirse en
el agua.
Ya no tendré que
componerte versos que te amarren a mi ser, ni intentar entender tus acciones
una y otra vez, no tendré que seguir esperando que tú quieras volver, ni pensar
en mi corazón roto ante tus pies, no tendré que buscar inspiración en los insípidos
recuerdos que se borran como tu voz, ni aferrarme al dolor que fragmento en mil
mi corazón, no tendré que negarme a la vida con todo su color, ni limitar mis
dedos a las suplicas de dolor.
La libertad que
ahora poseo no se compara a la que un día poseí, no era similar pues su
limite no conoce vía alguna, no existe montaña o mar que corte el sentimiento
de ya nunca más llevarlo dentro, es la paz de saber que no me equivocaría si
acaso algún día el amor ilumina mis días, es la paz de ya no tener que
cerrarle la puerta a la calidez de sentir a otro ser cerca, es saberme
completamente desatada, sin vínculo alguno que me limitara, sin recuerdo, promesa
o certeza que hiciera mella en mi cabeza, tan sólo la libertad de vivir la vida
que se me otorga sin más deber que hacer de ésta mi mayor obra.
Ni siquiera puedo
pensar por dónde empezar, ni siquiera puedo ordenar lo que quiero primero ahora
que mis alas vuelan lejos, ahora que no tengo un límite que corte mis sueños ni
un punto a donde tenga que tocar el techo, una parte de mí escapa locamente de
pensar, no quiero recordar ya nada más que toda esta infinita y hermosa
libertad.
꧁Aran Nilo꧂
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