Porque siempre eres mi inspiración, porque mereces que en prosa te enseñe mi corazón. A la infinita adicción que hace nacer estos versos, a la eterna pelea de mis sentimientos, al amor sin amor, al sentimiento sin emoción, a aquello que no deseo nombrar, que inspira mi alma sin par.
꧁Eres, y porque eres, soy yo꧂
Eres el alimento de mi
alma, el veneno de mi corazón. Eres la fuerza de mi voluntad, eres mi falta de
dignidad. Eres la razón de que dance al filo del abismo, carente de fe, eres
las alas que me elevan y el puñal que me hace caer. Eres todo lo bueno del
mundo, todo lo malo de mí.
Eres el fuego ardiente
que me hace enloquecer, eres el tempano helado que me congela hasta perecer.
Eres todas mis esperanzas puestas en una sonrisa, la mayor de mis decepciones
sin premisa. Eres el amor de mi vida, mi vida sin amor. Eres la infinita adicción
que me abandonó.
Eres la melodía de tu
voz, la embriagante sensación de tu amor. Eres posesión apasionante, abandono
interminable. Eres el profundo cielo nocturno encendiendo mi galaxia, la
preciosa supernova que arranca mis esperanzas.
Eres el deseo de que
vuelva a suceder, el recuerdo de lo bajo que puedo caer. Eres la fuerza
indomable que deseo poseer, la razón de mis despojos una y otra vez. Y es que,
porque eres, yo dejé de ser. Eres el mar profundo que me inunda de sed, el rio
dulce que deseo beber.
Eres mi eterna
dualidad, una incógnita que no se resuelve jamás. Eres la constante
intermitente entre la vida y la muerte. Eres el dulce paraíso perdido entre tus
besos, el infierno dominante de tus versos. Eres el caos que desordena mis
días, el orden donde encuentro una salida.
Eres la espera asfixiante
que me colma de anhelo, eres el alivio que nunca es sincero. Eres la pieza que
completa mi rompecabezas, eres el hombre que rompe mi cabeza. Eres la condena
de mi corazón errante, eres la meta de mis ansias vacilantes. Eres el máximo
que aspira mi ser, eres el mínimo que me hace doler.
Porque eres, yo dejé de
ser, de ser inquebrantable y valiente ante tu piel, porque eres se desarma mi
voz, se hacen versos de eterno amor. Porque eres, yo dejo de ser, fría e
inalcanzable, indomable e inescrutable, porque eres yo soy, derritiéndome por
tus besos y suplicando tu calor.
Eres el suceso que
quiero borrar, eres la epifanía que no puedo negar. Eres aquel que no puedo rechazar,
eres el dueño de la sangre y el corazón que la hace bombear. Eres la marca que
se extiende por mi piel, eres la herida que se adentra en mi ser. Eres cada
muro que oculta mi existir, eres la llave de las puertas que me llevan a ti.
Eres cada verso de prosa que invoca tu nombre, eres la ausencia de inspiración que me derrota. Eres un vicio que no puedo dejar, adicción destructiva que me hace marchitar. Eres cada día que no puedo olvidar, eres la marca indeleble de mi verdad.
Eres mi fortaleza ante
la soledad, eres la cruda tristeza que me hace llorar. Eres el impulso que me
lleva a continuar, eres el desanimo que me hace mermar. Eres la respuesta a
cada pregunta, eres la pregunta sin ninguna respuesta. Eres la razón de que ame
con pasión, eres la pasión que existe sin razón por el amor.