꧁Dimitry - Indestructible꧂
Despojas con tus
dedos los pétalos de cada flor, formulas las preguntas que no te responde el
amor. Esperas paciente que el viento te de la razón, que un suspiro de perfume
capte al fin tu atención. Dedicas una sonrisa a la dama que desfila ante ti,
imaginas abrazarla y hacerla una parte de tu vivir ¿pero qué ocasionaría ello?
Se te corta la respiración, tus alas atadas al suelo y tu amor siendo una
prisión.
¿Qué sentido
tiene despojarse de la libertad? El corazón amante es prisionero del fuego del
amor y la promesa de lo eterno consume la energía y el valor, amar implica
confianza y sabes que te pueden apuñalar ¿Por qué no lo harían? Todos ceden
ante la mínima oportunidad, todos caen en algún momento y sus promesas se
pierden en el tiempo.
¿Cómo puedes
saber que no caerás también? Eres de carne y hueso y tus emociones corren al
ritmo de unos cálidos besos, una miel más dulce o un mirar más misterioso, una
cadera más ancha o una sonrisa menos sincera, te dejarás tentar sin poder
evitarlo y sabiendo que si en ti no puedes confiar ¿Cómo te atreverías a poner
tu corazón en unas manos que te puedan fallar?
Vives condenado
en tus deseos y aferrado a tu soledad, no existe mayor elixir que sentir la
libertad, cuán adictiva puede ser tu propia compañía, cuán odioso se siente
pensar en dejar entrar a otros ¿Quién cuidará como tú? ¿Quién amará como tú?
¿Quién te asegura que el fallo no serás tú?
Altivo corazón,
caballero sin amor. Tú que has trazado en tu alma una prisión y levantado
frente a tus emociones mil muros de dolor ¿Quién podría penetrar tan dentro que
llegara a tu verdadero ser? ¿Cómo saber si tras estos muros aún queda algo que
querer? Has olvidado la esencia del amor, porque el amor te despojó de tu
esperanza y tu valor, tomaste la espada y te insuflaste la traición, llenaste
tus torrentes de dolor.
Batalla tras
batalla tu piel se fortaleció, más aún lo hizo tu pecho que de golpe se cerró,
perdiste las llaves del pasillo a tu corazón, en realidad todos sabemos que las
derretiste en el fogón. Más victorias para tu alma y más calma para ese gran
adiós, más paz en tu mente y más consuelo a tu dolor, poco a poco creciste sin
dejar de avanzar, olvidando tan siquiera lo que habías dejado atrás.
El problema
radica en que tu alma está prisionera, impregnada entre millones de barreras
que custodian tu sentir, entre altos muros que no dejan escuchar, si aún queda
un corazón que por alguien más pueda suspirar. No queda, no existe, te niegas a
mirar, por más bellas que sean las doncellas ¿qué esconderán detrás? Hermosas
sonrisas, preciosos cuerpos, sentimientos inefables y miradas sinceras ¿Acaso
no recuerdas por qué acabaste tras las rejas?
No puedes confiar
en los sentimientos que alguien te pueda despertar, no puedes confiar en las
promesas del amor que te vayan a otorgar, puedes intentarlo por un segundo que
al siguiente volverás a luchar, desenvainando la espada y lanzándote a batallar.