Prosa que proclama el dolor y el amor, al eterno y recurrente sentimiento que inunda mis composiciones, a la pasión del verso y a la luz de la poesía, a aquello tan incomprensible y ambiguo que recorre a todo ser, dedicado a todo aquel cuyo corazón nunca olvidó.
꧁Desespero inmortal꧂
Me siento inundada de recuerdos, me siento inundada de ti, me siento recurrentemente al borde de un abismo y en el fondo de un pozo ¿Cómo se puede estar tan alto y tan hondo? Pensé que todo estaba encerrado, juré que todo estaba dado por terminado, pero nunca es así, los recuerdos que juré acumular en lo profundo de mi ser, las vivencias que compartí, el dolor que sentí, todo de ti se ha filtrado por las paredes de mi corazón, ha enmohecido mi razón e infectado hasta mi alma, todo lo que eres me recorre, todo lo que fuiste me impregna, todo lo que soy te lleva.
Me juré renunciar a tus recuerdos, maldije intentar aferrarme a mis sentimientos, los encerré, los contuve, los detuve ¿Qué pasó? Sólo más desastres trae amarte, un cáncer imparable que se expande por todo mi ser, una enfermedad incurable que me lleva al descontrol, que me recuerda que estoy hecha de pasión, de versos y de amor. ¿La cura no era extirparte? ¿Por qué sobrevive el cáncer si ya no está el causante? ¿Tan infectada he quedado de ti, que no tengo más cura que amarte?
Estás en todo lo que veo, estás en todo lo que toco, vives inmortal en mis letras, dominas sin presencia la esencia de cada canción que resuena, tu alma está en mis ojos y tu tacto en mis dedos, los sueños me atormentan y tu ausencia lo completa ¿Dónde busco respuestas? Jamás intentaste sincerarte de buena manera. Me aterran mis sentimientos, me dominan mis versos, eres el impulso de mis letras y la pasión que les da la fuerza de arrasar, eres el sentimiento detonante de la efusividad de mi composición, eres la poderosa fuerza que recorre sin medida mis versos, día a día.
Fantasma que domina, recuerdo que contamina, eres la inspiración de mi desesperación, eres el impulso de mi fragilidad, eres el empujón que constantemente me hunde en el mar, eres la roca que me hace tropezar, eres el monte que una y otra vez tengo que escalar.
¿Cómo puedes vivir en mí, con qué derecho se aferra tu recuerdo a mi existir? ¿Es que acaso soy la única que no ha aprendido a estar sin ti? ¿Es que jamás me podré librar de ti? ¡Que te atormente mi voz en tu mente, que te persiga mi risa en tus sueños, que te aparezca mi recuerdo en cada nota musical, que esté mi alma en todo lo que mires y mi esencia en todo lo que pruebes, que esté, eternamente en tu vida, si es que acaso planeas estar eternamente atormentado la mía!
Quizás, para desembarazarte totalmente de él o ella, que tanto da, necesites los servicios de un sacerdote.
ResponderBorrarHe visto esto en persona y ciertamente es muy feo vivirlo. No me ha pasado a mí, pero si puedo hacerme a la idea del gran sufrimiento que provoca este sentimiento.
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